martes, 7 de febrero de 2017

Ejemplo de deportividad

El pasado dos de febrero, en el partido de baloncesto de la Eurocup entre los equipos Unicaja de Málaga y Alba Berlín, los espectadores asistieron a un bello gesto de deportividad: el jugador del conjunto alemán Atsur (cuando su equipo perdía por nueve puntos a falta de nueve minutos y se jugaba seguir vivo en la Eurocup) reconoció que él había sido el último en tocar el balón antes de que este saliese del terreno de juego. Acto seguido, el árbitro rectificó su decisión y dio la mano al jugador, y eln público reconoce su deportividad con un aplauso. El fair play, por delante. Es lo que tendría que ocurrir siempre, en todos los deportes  y  cualquier ámbito de la vida. Nosotros tenemos que empaparnos de esta honestidad

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